Dr. Valeriano Fuentes López1, Dra. María Adelina Prieto Patrón1
1Pediatras Capítulo Irapuato
Bol Col Ped Gto 2023;1(1):25-26
En Mexico (INEGI, ENBIARE 2021) 69.8% de los hogares cuenta con algún tipo de mascotas. El total acumulado se calcula en 80 millones de mascotas: 43.8 millones de ellas son perros, 16.2 millones gatos y 20 millones una variedad miscelánea de otras mascotas pequeñas. Un gran número de personas tienen alergia a sus mascotas, manifestada como rinoconjuntivitis alérgica, dermatitis atópica y asma.
En pacientes alérgicos a ácaros del polvo o pólenes, la exposición a mascotas puede sensibilizarlos (aumento de la respuesta a un estímulo) e incrementar sus síntomas.
La sensibilización a mascotas depende del tipo de exposición y la predisposición alérgica del individuo. Existe alergia a otros mamíferos con pelo (como conejos, caballos, ratones, hámster) en personas expuestas, pero lo más frecuente es la convivencia con gatos y perros.
Si poseer una mascota es causante/protector o no tiene efecto sobre la enfermedad alérgica ha sido motivo de múltiples estudios. Se encontró que el poseer un gato o un perro antes de los 12 meses de edad tiene un efecto protector, y después de este periodo puede incrementar el riesgo de asma. Al parecer, la exposición temprana a una mascota no consituye un factor exacerbador de asma durante la infancia, incluso en el periodo prenatal, puede tener cierto efecto protector. Algunos estudios mencionan que la exposición temprana a perros hembra disminuye la progresión de la enfermedad alérgica, la exposición a perros macho la incrementa. Sin embargo, los estudios son controversiales por los múltiples factores que pueden estar implicados.
Contrariamente a lo que se cree popularmente, no existe evidencia científica de que haya razas de perros o gatos “hipoalergénicas” (baja probabilidad de provocar alergias) ya que los alérgenos se encuentran en saliva, caspa del pelo, orina, y secreción glandular, y no tiene relación con el largo o la frecuencia de muda del pelo.
Se han popularizado mascotas hipoalergénicas con menor cantidad de pelo, o manipuladas genéticamente, sin embargo no se pueden eliminar todas las proteínas alergénicas por lo que no pueden considerarse “hipoalergénicas”. Existe la creencia popular de que los perros de raza Chihuahua, mejoran los síntomas de los pacientes alérgicos; el poseer una mascota puede tener un beneficio emocional en el niño, sin que esté demostrado que el perro tenga algún efecto protector.
Los alérgenos causales son múltiples y pueden ser identificados por pruebas especiales realizadas por los médicos alergólogos para decidir el mejor tipo de tratamiento para cada persona.
El tratamiento puede ser evitar la exposición, lo cual no es posible ya que el alérgeno puede estar presente en varios lugares además del hogar; puede existir el alérgeno aunque la mascota no esté presente, éste puede persistir en el ambiente hasta 6 meses después de retirar la mascota; y en algunas ocasiones por el vínculo afectivo no es posible remover la mascota. Se debe de administrar tratamiento dependiendo de la enfermedad, hasta el momento el único tratamiento que puede modificar la evolución natural de la enfermedad, es la administración de inmunoterapia (tratamiento para modificar la respuesta de las defensas del organismo) específica ya sea por vía subcutánea (inyección debajo de la piel) o sublingual (absorción debajo de la lengua).
Algunas recomendaciones útiles en la mayoría de los casos son:
- Disminuir el tiempo de exposición.
- Retirar a la mascota del dormitorio.
- Baño frecuente de la mascota (una vez por semana).
- Cepillar a la mascota fuera de la vivienda.
- Filtros HEPA.
- Aspiración frecuente de todas las superficies.
- Aplicar lociones en el pelo de perros y gatos.
BIBLIOGRAFÍA
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