Dra. Socorro Azarell Anzures Gutierrez1
1Infectóloga pediatra, Capítulo León
Bol Col Ped Gto 2024;2(1):17-18
Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) son un grupo de enfermedades causadas por diversos microorganismos y son la principal causa de atención médica a nivel mundial, además de ser un problema de salud pública por ser causa de muerte en algunos grupos de edad ya que pueden complicarse a neumonías, requerir hospitalización y diversas complicaciones.
Dentro de éste grupo se encuentran la influenza estacional, que aunque se transmite todo el año, su exacerbación es en meses de invierno (octubre a marzo). Es causada por un virus, tipos A, B y C, el cual presenta cambios lo que explica la necesidad de reformular cada año las vacunas para proteger a la población. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Afecta más vías respiratorias altas (nariz y garganta) pero puede afectar vías bajas (pulmones y bronquios). Las principales manifestaciones son fiebre de inicio repentino, malestar general, ojos rojos, dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, malestar general, dolores musculares. En la mayoría de personas puede ser leve, pero puede ser grave en niños de 6 a 59 meses, en personas adultas mayores y en aquellos con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, VIH, inmunosupresión, embarazo, entre otras. Se recomienda la vacuna tetravalente que está disponible en todas las instituciones del Sector Salud que contiene una formula inactivada de dos virus tipo A y dos tipo B.
La COVID-19 es la enfermedad causada por un coronavirus denominado SARS-CoV-2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo conocimiento por primera vez de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, tras la notificación de un conglomerado de casos de la llamada neumonía viral, ocurridos en Wuhan (República Popular China). Los síntomas más comunes de la COVID-19 son los siguientes: fiebre, escalofríos, dolor de garganta, dolor muscular, fatiga o cansancio intenso, dolor de cabeza, pérdida o cambio del gusto y/o el olfato.
Los síntomas de la enfermedad grave de COVID-19 que requieren atención médica inmediata incluyen: dificultad para respirar, confusión, somnolencia o pérdida del conocimiento, dolor o presión persistentes en el pecho, piel fría o húmeda, o pálida o azulada. De ser así, hay que acudir inmediatamente por atención de salud. Las personas que tienen problemas de salud preexistentes corren un mayor riesgo cuando contraen la COVID-19; si su estado es preocupante deben buscar asistencia médica temprana. Entre estas personas se incluyen, aunque no exclusivamente, las que toman medicamentos inmunodepresores; las que tienen trastornos cardíacos, pulmonares, hepáticos o reumatológicos crónicos; y las personas con VIH, diabetes, cáncer o demencia.
La OMS en su reporte de virus respiratorios ha informado de un aumento en nuevos casos por virus sincicial respiratorio desde la semana 45 del 2023. Los grupos de edad con mayor número de casos son de 1 a 4 años, luego menores de 1 año y de 5 a 9.
El virus sincitial respiratorio (VSR), es un virus respiratorio común que generalmente causa síntomas leves similares a los de un resfriado. La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero el VSR puede ser grave. El VRS puede causar bronquiolitis, que es la inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón, y neumonía, que es una infección de los pulmones. Es la causa más común de bronquiolitis y neumonía en niños menores de 1 año. Los adultos sanos y bebés infectados por el VRS por lo general no necesitan ser hospitalizados. Pero algunas personas infectadas por el VRS, especialmente los adultos mayores y los bebés de menos de 6 meses, podrían ser hospitalizadas si se deshidratan o tienen dificultad para respirar. En los casos más graves, una persona podría necesitar oxígeno, o líquidos intravenosos (si no pueden comer o beber lo suficiente), o intubación (inserción de un tubo respiratorio por la boca hasta la tráquea) con asistencia respiratoria mecánica (una máquina para ayudar a respirar). En la mayoría de los casos, la hospitalización solo dura unos días. Hay vacunas disponibles para proteger a los adultos mayores del VRS grave. Hay productos de anticuerpos monoclonales disponibles para proteger a los bebés y niños pequeños del VRS grave.
En general las medidas para evitar y prevenir infecciones o contagios son:
Mantener la lactancia materna exclusiva en menores de 6 meses. Mantener hidratación continua y alimentación correcta, procurando consumo de alimentos ricos en vitamina C. Evitar lugares concurridos y mal ventilados. Realizar higiene frecuente de manos. Usar cubreboca. En personas enfermas para evitar transmisión mantener sana distancia, uso de cubreboca y aislamiento, higiene respiratoria: toser y estornudar en el ángulo interno del codo sin quitarse el cubreboca. Completar esquemas de Vacunación. Evitar la automedicación. Los antibióticos no actúan contra los virus; solo actúan contra infecciones bacterianas. Todas estas infecciones que son causadas por virus los antibióticos no son eficaces. Los antibióticos no deben usarse como medio de prevención ni de tratamiento.
REFERENCIAS