Dr. Octavio Martínez Villegas1
1Hematólogo pediatra UMAE HGOP #48 IMSS León, Capítulo León
Bol Cient Cult Col Ped Gto 2024;2(2):10-11
Recientemente se publicó un trabajo realizado en el Departamento de Hemato-Oncología Pediátrica de la UMAE Hospital de Gineco Pediatría No. 48 del IMSS.
Debo destacar que, respecto al volumen de atención, ocupamos el lugar 4 de los 35 centros de atención oncológica dentro del IMSS llamados OncoCREAN (Centros de Referencia Estatal para la Atención del Niño y de la Niña con Cáncer), de ahí la importancia de conocer las características clínicas y el desenlace de nuestra población pediátrica con Leucemia Linfoblástica Aguda; este fue el objetivo principal del estudio.
En los cinco años de análisis se diagnosticaron 159 casos nuevos y 13 casos fueron excluidos, quedando 149 casos para el análisis.
Dentro de los resultados que más llamaron mi atención es que nuestra sobrevida global a 36 meses fue de 57.5%, resultado bajo comparado con otros centros oncológicos de países con ingresos altos, pero muy similar a la sobrevida local y nacional reportada en otros estudios.
Este resultado puede ser debido a diversas causas que compartimos diferentes centros en todo el país. Una de ellas es el pobre acceso a análisis citogenético y molecular para la asignación de un riesgo y personalización de tratamiento que puede derivar en un tratamiento subóptimo con el riesgo de recaída/progresión de la enfermedad, o un tratamiento demasiado intensivo incrementando el riesgo de mayor toxicidad aumentando el riesgo de infección; la recaída/progresión de la enfermedad y las infecciones fueron nuestras principales causas de muerte.
La enfermedad residual medible por citometría de flujo al final de la inducción es un factor independiente de riesgo para recaída, esta debe ser menor a 0.01% para considerarse negativa, cuando la cifra es mayor se reasigna el riesgo inicial y se hace necesario intensificar el tratamiento para disminuir el riesgo de recaída/progresión. En nuestro estudio el 77% mostró una enfermedad residual medible negativa al final de la inducción, por lo que se esperaba que la sobrevida libre de evento fuese mayor de 70%, sin embargo, solo fue de 53.4%; este resultado sugiere que algunos reportes fueron falsos negativos, de ahí la importancia de contar con un centro especializado con técnicas estandarizadas y validadas para el análisis.
Un evento desafortunado que vivimos fue que durante los años 2018-2020 derivado de múltiples factores, a nivel mundial se presentó un desabasto de medicamentos, esto puede explicar el impacto sobre la sobrevida global y libre de enfermedad.
Este estudio nos brinda una visión general y un diagnóstico situacional sobre el tratamiento y desenlace de los pacientes con leucemia linfoblástica aguda tratados en nuestro centro, lo que nos permitirá realizar intervenciones para incrementar su sobrevida global y libre de enfermedad.