EL CRISOL DEL CONOCIMIENTO: DE LA SEMILLA A LA COSECHA DORADA

Dra. Catalina Peralta Cortázar1

1Endocrinóloga pediatra y Maestra en Investigación Clínica UMAE 48 IMSS León,

Bol Cient Cult Col Ped Gto 2024;2(2):28-31

Al iniciar la especialización, el médico se adentra en una travesía repleta de desafíos y descubrimientos. Para alcanzar las cumbres del saber, debe emprender un proyecto de investigación, comúnmente conocido como «tesis», empresa que suele inspirar temor. Sin embargo, durante su formación se le proveen las herramientas necesarias para avivar su curiosidad por desentrañar los misterios del conocimiento y escudriñar con eficacia los rincones más recónditos de la verdad.

Con frecuencia, el proyecto germina de una pequeña semilla de idea que, en su desarrollo, se transforma de maneras insospechadas. En contadas ocasiones, esta metamorfosis confiere al trabajo la magnificencia de un cuento de hadas, pues los resultados finales superan las expectativas iniciales del propio investigador, asombrándolo con la envergadura de sus alcances.

No obstante, en la mayoría de los casos, el proceso se asemeja a un relato de horror interminable, acosando al estudiante con la inquietud de no vislumbrar nunca su fin, similar a la incertidumbre que atormenta en la «Historia Sin Fin» que muchos conocemos. Mas este trayecto entre las cumbres del anhelo y los valles del desasosiego templa el carácter del verdadero erudito.

A pesar de las incertidumbres, la firme determinación de alcanzar la meta deseada y el apoyo incondicional de los mentores guían al impetuoso explorador. Gracias a estos auxilios, el proyecto cobra forma y estructura, culminando en una obra de la cual el inventor puede sentirse plenamente complacido, cuyos frutos a menudo trascienden las expectativas iniciales.

Instituciones como la Unidad Médica de Atención Especializada # 48 (UMAE #48), hospital escuela de reconocida trayectoria en la formación de pediatras, acoge anualmente a nuevos pupilos ávidos de conocimiento. Para aquellos de nosotros que laboramos en estos recintos, se nos permite aportar ideas y temas que nutran los proyectos fundamentales para la titulación de los médicos en formación.

Tal fue el caso del Dr. Luis Manuel Gutiérrez Rojas, a quien al inicio de su segundo año de residencia propuse una idea para un proyecto que, sin duda, implicaba un reto mayúsculo, pero también la posibilidad de explorar aspectos de una terapéutica médica ampliamente utilizada    y    recomendada en el tratamiento de nuestros pacientes cotidianos. Ante tal disyuntiva, me animé a decir: «¿Por qué no intentarlo?».

En ocasiones, ciertos proyectos que se antojan complejos por su metodología nos infunden temor al acometerlos. Este proyecto en particular era uno de esos. Sin embargo, con el ímpetu y el consejo de mi esposo, el Dr. Agustín Ramiro Urzúa González, médico que también comparte la pasión por la investigación, dejé fluir esta idea, dando paso al desarrollo del proyecto titulado: «Uso de Liraglutide en el Control Glucémico y en el Índice de Masa Corporal en Adolescentes con Diabetes Mellitus Tipo 1 del Hospital de Gineocpediatría UMAE 48”.

Este proyecto atravesó los procesos requeridos para toda investigación médica: fue sometido a evaluación por los comités de Ética e Investigación del hospital, los cuales identificaron la necesidad de realizar ajustes y correcciones; nadie dijo que sería fácil. Tras incorporar las modificaciones sugeridas, el protocolo fue finalmente aceptado y aprobado, lo cual nos permitió continuar los pasos necesarios, con constantes revisiones y correcciones de la mano de un gran equipo de investigadoras la Dra. Patricia González y la Dra. Patricia Sosa, a quienes agradezco su guía en este camino sinuoso pero apasionante de la investigación, hasta por fin verlo culminado exitosamente.

Cada año, todos los médicos residentes egresados son invitados a participar en el Concurso Estatal de Tesis, donde no solo compiten los pertenecientes al IMSS, sino también de otros hospitales. Con un total de 12 participantes, el 9 de febrero de 2024 se llevó a cabo la justa en el Hospital General de León, y allí ocurrió nuestra primera gran noticia: este proyecto había sido acreedor al 1er lugar, premiando al Dr. Luis Manuel Gutiérrez Rojas.         

Ante la proximidad del 55 Congreso Nacional de Pediatría, decidimos enviar este trabajo con la esperanza de que fuera seleccionado para participar, ¡y así fue!, recibiendo una notificación por correo de su aceptación para presentación en cartel.

Durante el congreso, como en todos los eventos académicos, se llevó a cabo el concurso de trabajos de investigación. Cabe mencionar que se recibieron más de 260 trabajos, y se llevaron a cabo diversas competencias y rondas del concurso que tomaron lugar toda la mañana y parte de la tarde del sábado 17 de mayo. He de reconocer que fue un proceso estresante y extenuante, una verdadera montaña rusa de emociones. Sin embargo, Luis Manuel, siempre comprometido, continuaba los procesos, y para nuestra sorpresa, nuestro proyecto resultó seleccionado entre los 10 mejores para ser presentado de forma oral en una siguiente contienda. Finalmente, se premió a los 3 mejores trabajos de investigación, aunque en este paso no obtuvimos una premiación, nos quedamos con un gran sabor de boca del camino recorrido.

Para nuestra sorpresa adicional, de forma paralela al marco del 55 Congreso Nacional de Pediatría, se llevó a cabo el concurso entre todos los residentes participantes; y una vez más logramos un resultado que nos llena de felicidad: Luis Manuel fue acreedor al 1er lugar en el Concurso de Residentes llevado a cabo en el 55 Congreso Nacional de Pediatría con sede en Guadalajara.   

Sin lugar a duda una gratificante experiencia.

Que esta historia los motive a persistir en sus esfuerzos en el área de investigación, seguros de que el arduo trabajo, la dedicación, el compromiso y el trabajo en equipo serán recompensados con el reconocimiento académico y la satisfacción de contribuir al avance del conocimiento médico.

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