JOAQUÍN SOROLLA, ENTRE LA LUZ Y EL MAR, PLASMANDO UNA “TRISTE HERENCIA”

Dra. Vania Isabel Rodríguez Molina1, Dr. Arturo Vargas Origel2

1Endocrinóloga pediatra Capítulo León y

2Pediatra neonatólogo, Capítulo León

Bol Cient Cult Col Ped Gto 2024;2(1):59-63

INTRODUCCIÓN

Joaquín Sorolla Bastida fue un pintor español que nació el 27 de febrero de 1863 en Valencia, dejó más de 2200 obras catalogadas. Su obra madura se considera estilo impresionista, postimpresionista y luminista. (1)

En varias de sus pinturas se observa la fascinación del artista hacia la luz, uno de los elementos imprescindibles, y el mar. Sorolla tenía la necesidad de sentir antes de pintar, llegando a trabajar por horas a pie de playa. (2)

A los 2 años fallecieron sus padres por una epidemia de cólera y fueron acogidos por su tía, tanto su hermana como él. Su tío sería quien identificaría su vocación en la pintura. Inicialmente inadvertida su obra, desarrolla un estilo “realista”, y posteriormente, como otros tantos pintores, Paris sería una fuente de aprendizaje (3), siendo su primer viaje en 1885 donde conocería la pintura impresionista que produjo variaciones en su estilo. En el periodo de 1889 a 1894 alcanzó un gran prestigio, y en este último año cuando viaja por segunda vez a París, desarrolla el estilo pictórico denominado “luminismo”, que sería la característica principal en sus cuadros, llegando a conocerse como “el Velázquez de luz” o “el genio de la luz”. (1,2,4)

En cartas escritas a su esposa Clotilde, Sorolla nos permitió conocer su sentir como en 1907 plasmaría “¡El agua era de un azul tan fino! Y la vibración de la luz era una locura… las luces de mil colores reflejándose en el mar… me proporcionaron un rato difícil de olvidar” (2)

Autorretrato, 1909. Tomado de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/joaquin-sorolla-pintor-luz-mediterraneo_14569

En este período también se interesó por el mundo de la medicina y la ciencia, pintó varios lienzos sobre este tema como fueron el retrato del Dr. Simarro al microscopio, una investigación y Retrato de Santiago Ramón y Cajal. (3,4) Al crecer su popularidad, recibe en 1911 el encargo para la Hispanic Society of America de Nueva York de la realización de catorce murales que reflejaran el arte y cultura de España, (5) viajando por todo el país para cumplir esta misión, la cual quedaría inconclusa, su salud declinaría y se piensa esto se debió al uso de colores que anteriormente contenían tóxicos como mercurio, azufre y plomo. –“Estoy mareado y no sigo escribiendo”. “El mareo me sigue aún, no tan fuerte como en Madrid » – Llegaría a escribir a su esposa casi a diario. Sufriendo un ataque de hemiplejía en 1920 y fallece el 10 de agosto de 1923. La vivienda familiar y las colecciones que tenía Clotilde fueron donadas al Estado Español, creando el Museo Sorolla. (1,2)

“TRISTE HERENCIA”

El cuadro que a continuación presentamos fue realizado en 1899, una técnica oleo sobre tela, donde Sorolla nos transporta a la playa del Cabañal de la ciudad de Valencia, España. (6) En esta escena observamos varios niños con discapacidad que van en marcha guiados de la mano de un religioso, para darse un baño en el mar; se ha llegado a considerar que está actividad   se   realizaba   como medida terapéutica para combatir problemas de salud. (7,8) Desde el momento que se nos muestra está magistral pintura, vemos las características que previamente resaltamos de la técnica de Sorolla, el mar y la luz nos invita a acompañar a esos niños, pero el espectador se paraliza al toparse con que ellos no pueden ir corriendo al mar, sino que se encuentran dos con muletas; (9) el del centro deambula con dificultad hacia el monje de la orden de los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios, (4) apoyado en muletas, representando en forma clara el desgaste de los músculos del muslo y la pantorrilla; (10) también parece mostrar una “marcha parética” o “marcha de estepaje” caracterizada por la mirada al suelo para ayudarse con la visión, dorsiflexión difícil del pie  y al levantar la pierna la punta del pie se inclina hacia abajo como si “colgara”, para lograr la marcha sin arrastrar la punta del pie, por lo cual eleva más alto de lo normal el muslo y pierna y al dejarlo caer lo primero que toca es la punta del pie y su borde externo; los probables diagnósticos son múltiples, pueden ser secuelas de poliomielitis, enfermedad frecuente en la época, con afección importante en sistema locomotor (7,8); muchos niños fueron afectados por esta enfermedad y quedaron abandonados con secuelas físicas y psicológicas. (3) Otras posibilidades son parálisis cerebral infantil, enfermedad de Duchenne. Destaca otro niño, cuya actitud puede corresponder con una ataxia avanzada, ya que sobresale la dificultad para mantener el equilibrio, extendiendo su mano para encontrar apoyo y lográndolo al separar los pies, conocida como “marcha cerebelosa”, así    mismo  se observa una lordosis acentuada y un abdomen prominente recordando la “actitud de tenor” de los pacientes con miopatías y distrofias musculares. (4,7,8) Junto a este niño, hay otro que está de frente y que parece tener las cuencas oculares vacias o con microftalmia importante, debió ser parte de los niños atendidos en un asilo y también da pie a ejercicio diagnóstico múltiple. 

Imagen tomada de

Benjamin J. y cols. Art and Pediatric Orthopaedics: Sorolla and a Sad Inheritance. J Pediatric Orthop 2021;41:e590–e591 (10)

Inicialmente el cuadro se título “Los hijos del placer”, influenciado por su amigo Blasco Ibañez lo denominó “Triste herencia”, para conocer por qué debemos recordar que estas afecciones neurológicas se consideraban consecuencias de comportamientos inapropiados por los progenitores, fruto de vidas “pecaminosas” y condenando así a su descendencia. (8)

La atención de Sorolla al detalle es simplemente excepcional, llama  la atención  el   juego  de  contrastes que nos invita a establecer y entender la composición como una denuncia del pecado y la injusticia de que seres inocentes carguen esa cruz. (8,11)

Esta pintura sin duda nos llama y mueve de primera instancia, la escena sobrecoge y mueve a la reflexión y a la búsqueda de porqués. Al conocer un poco más de la obra del pintor, nos damos cuenta que es un contraste de sus composiciones amables y elegantes con las que lo identificamos. (8)

No por nada el propio Sorolla comento en una de las muchas entrevistas que le hicieron en Nueva York “Sufrí terriblemente cuando lo pinté. Tuve que forzarme todo el tiempo. Nunca volveré a pintar un tema como ése”. Y efectivamente, no tiene una obra con un tema social tan marcado ni antes ni después. (12)

Este trabajo recibió el Grand Prix y una medalla de honor en la exhibición Universal en París en 1900, y la medalla de honor en la Exhibición Nacional de Madrid en 1901. Tras este éxito, dedicó gran parte de su trabajo a pintar escenas de la gente y el mar de Valencia, dotadas de gran luminosidad. (3,11) Entre estos trabajos en contraste, se encuentran una numerosa colección de escenas de niños en la costa de Valencia. (12)

El pie herido.

Imagen tomada de Martinez J, Pérez M, Galarza M. Portraying disease: Sorolla’s Sad legacy, Childs Nerv Syst 2012, 28:959, -961, DOI 10.1007/s00381-012-1787-

Como conclusión, conocer esta pintura fue impactante, y considero que para todo espectador la escena en sí es atrapante, en palabras del propio Sorolla: “Un día estaba yo trabajando de lleno en uno de mis estudios de la pesca valenciana, cuando descubrí de lejos unos cuantos muchachos desnudos dentro, y a la orilla del mar y vigilándolos la vigorosa figura de un fraile… No puedo explicarle a usted cuanto me impresionaron, tanto que no perdí tiempo para obtener un permiso para trabajar sobre el terreno… al lado de la orilla del agua, hice mi pintura.” (12)

Que cada niño que encontremos con alguna necesidad nos atrape como lo hicieron estos niños al pintor, trascendiendo con esta obra más allá del tiempo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Joaquín_Sorolla
  2. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/joaquin-sorolla-pintor-luz-mediterraneo_14569
  3. Martinez J, Pérez M, Galarza M. Portraying disease: Sorolla’s Sad legacy, Childs Nerv Syst 2012; 28: 959-61. DOI 10.1007/s00381-012-1787-y
  4. Nieves F. Luis Simarro and his friends Cajal and Sorolla: three men, one passion. J Psych Med 2004; 21(1):32-35
  5. Díaz Díaz RM. La protección solar en la pintura de Sorolla. Actas Dermo-Sifiliográficas 2022; 113: 948-50.

https://doi.org/10.1016/j.ad.2021.04.008 0001-7310/© 2021 AEDV.

  1. Cano R. Collado S. Deficiencia, discapacidad, neurología y arte. Rev Neurol 2010; 51: 108-16
  2. Elías K, Cervera G, Frometa R, González F, Elías R, Armas M. Una opción para la enseñanza de la semiología médica mediante casos ilustrados. Edumen Holguín 2018. VII Jornada Científica de la Sociedad Cubana de Educadores en Ciencias de la Salud de Holguín.
  3. Masip MTC. El niño enfermo en la historia del arte (4) Triste herencia. Joaquín Sorolla Bastida. Humanidades en pediatría. Septiembre-Diciembre 2008.
  4. Camurcu Y, Sofu H, Ucpunar H, Duman S, Cobden A. Paediatric orthopaedics through paintings. J Child Orthop 2018; 12:647-51. DOI: 10.1302/1863-2548.12.180141
  5. Joseph B y cols. Art and Pediatric Orthopaedics: Sorolla and a Sad Inheritance. J. Pediatr Orthop 2021; 41:e590-e591
  6. Allen L. Exhibition: Sorolla: Spanish Master of Light: The Extraordinary Everyday. British Journal of General Practice 69: 303-303. June 2019. DOI: https://doi.org/10.3399/bjgp19X703985
  7. https://www.fundacionbancaja.es/obra/triste-herencia/
Scroll al inicio