Dra. Fernanda del Rosario Ornelas-Carreón1, Dr. Gerardo Rojas Artiaga2, Dr. Juan Manuel Guízar Mendoza3, Dra. Norma Amador Licona4, Dra. Ma. de la Cruz Ruiz Jaramillo5
1Intensivista pediatra, 2Endocrinólogo pediatra Hospital de Especialidades Pediátrico de León, 3Nefrólogo pediatra, 4Médico internista, 5Pediatra Hospital General León, Capítulo León
Bol Cient Cult Col Ped Gto 2025;3(1):9-11
Arch Latin Nefr Ped 2024;24(3):6-13
La revista Archivos Latinoamericanos de Nefrología Pediátrica, publicó en diciembre de 2024, un estudio que evaluó los registros de pacientes con cetoacidosis diabética (CAD) que desarrollaron lesión renal aguda (LRA) en niños originarios del estado de Guanajuato.
El estudio que fue realizado en el Hospital General León, definió la CAD y sus objetivos en cuanto al manejo, según la ISPAD (Sociedad Internacional de Diabetes Pediátrica y Adolescente) y la LRA acorde a los criterios KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes), teniendo en cuenta que en la CAD la perfusión renal se encuentra comprometida, con una subsecuente respuesta fisiopatológica mediada por reacciones hormonales y estímulos nerviosos, resultando en la disminución del flujo urinario y de la eliminación de sodio y cloruro a través de los riñones.
Estudios previos han demostrado la relación entre el grado de deshidratación, los niveles de marcardores de daño renal elevados al ingreso (urea, creatinina, nitrógeno ureico) y niveles por arriba de la normalidad de los iones cloro y sodio para el desarrollo de lesión renal aguda en pacientes con CAD en pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 1 (DM1)
El objetivo del estudio fue identificar los factores de riesgo asociados a lesión renal aguda en niños con cetoacidosis diabética. Se incluyeron pacientes de 1 mes a 17 años con criterios diagnósticos de CAD definidos por el ISPAD, clasificando el grado de LRA acorde a los criterios KDIGO
Se midieron además otras variables: edad, sexo, índice de masa corporal, antecedentes familiares de diabetes mellitus, antecedentes familiares de nefropatía, antecedentes personales de prematuridad, episodios previos de cetoacidosis, necesidad de manejo de cuidados intensivos, tiempo desde el diagnóstico de DM1, nivel de deshidratación al ingreso, volumen de hidrata- ción, frecuencia cardiaca, presión arterial, diuresis, densidad de orina, pH sanguíneo, niveles séricos de glucosa, bicarbonato, sodio, potasio, cloruro, creatinina, nitrógeno ureico, hematocrito, péptido C y hemoglobina glucosilada (HbA1c). En los casos que presentaron LRA se analizó el estadio, el momento de aparición, el tiempo de recuperación, el nivel más alto de CrS, el nivel más bajo de aclaramiento de creatinina y las horas de oliguria.
La recuperación de la función renal se definió como: completa si la SCr era igual o menor que el valor inicial; parcial si era inferior al diagnóstico de LRA pero no regresaba al valor inicial, y sin recuperación si la SCr no disminuyó o si el paciente permanecía en diálisis.
Se analizaron los expedientes de 30 pacientes que fueron atendidos desde enero de 2016 a enero de 2021 en el servicio de pediatría del Hospital General León con diagnóstico de CAD. Las variables que mostraron diferencia significativa entre ambos grupos fueron los niveles basales de cloruro sérico y HbA1c. Todos los pa- cientes tenían niveles elevados de HbA1c al ingreso. Los niveles de cloruro basal se correlacionaron posi- tivamente con los niveles de creatinina. Concluyendo que la mitad de los niños con cetoacidosis diabética tenían algún grado de LRA asociado con hipercloremia y niveles elevados de HbA1c al ingreso.
Los resultados obtenidos en este estudio son consistentes con estudios previos que han informado una incidencia de LRA en pacientes pediátricos con CAD ≈ 50%. En el presente estudio, el punto de corte de hipercloremia con riesgo de LRA fue 110 mg/dL, mismo nivel que se ha descrito en paceintes críticos pediátricos que han desarrollado lesión renal aguda y consiguiente aumento en la mortalidad. Aún más, en nuestro estudio se observó que el aumento de los niveles de cloruro sérico muestra correlaciones positivas tanto con el nivel de LRA como con los niveles de creatinina. De igual manera se observó una fuerte asociación OR 11 (IC 95% 2 – 60) (p=0.006) entre los niveles de HbA1c (≥ 13%) y el desarrollo de LRA en pacientes pediátricos con CAD.
La principal limitación de nuestro estudio es su diseño retrospectivo y el pequeño tamaño muestral, pero se ve reforzado por la revisión de registros con información detallada de mediciones bioquímicas al ingreso y durante la evolución clínica. Los resultados de esta investigación pueden servir de base para futuros estudios de intervención que analicen los efectos de diferentes esquemas de rehidratación para prevenir la hipercloremia, la LRA y, a largo plazo, el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica.
